Hace un tiempo nos encontramos con el periodista Enrique Symns en Planeta X, un espacio de cultx rosarino. Veníamos de leer sobre vanguardias, políticas de Poder, Estado, Ideología y todo lo que contextualizaría los movimientos de postguerra en el mundo. Habíamos entendido que la locura podía canalizar información más allá de la obra para convertirse en Arte.
Lo sabíamos poeta, los sabía maldito pero no teníamos idea sobre el devenir de ese encuentro. Symns fue uno de los protagonistas de la palabra y la comunicación visual más disruptiva de Argentina y estaba ahí, desgarrando, previo a su show, mirándote a los ojos.
EL HOMBRE NUEVO

Antes de llegar a donde quiero llegar con esta nota, los pongo en contexto. Cerdos & Peces fue una revista argentina creada en 1983 por Enrique Symns. Inicialmente era una sección cultural en la Revista el Porteño, fundada por el galerista Gabriel Levinas. El primer número contó con 16 páginas, se preguntaba: ¿Año 1? y se declaraba como el Suplemento marginoliento de El Porteño, el título de tapa fue ¿Legalizar la marihuana?. Punks, squatters, homosexualidad, drogas, sexo explícito, prostitución, pedofilia, religión, fueron algunos de los temas que introducían a sus notas. Para mediados de los 80′ hacerle preguntas al establishment marcaba una nueva era editorial, que le daba a los escritores el espacio para ser sarcásticos y honestos, para publicar eso que se ocultaba.
DADÁ DE C&P
Con destellos a Der Dadá, revista berlinesa de 1920 fundada por Raoul Husmann y Johannes Baader. El enfoque dadaísta de Symns sostuvo también un fuerte carácter activista. Reaccionó con náuseas y rechazo a la brutalidad de la Dictadura Militar, a la maquinaria de muerte anónima y a las cínicas justificaciones de los gobernantes. También expresó su descontento con las poblaciones de carácter sumiso nacionalista, es decir, todo aquello que ejecutado por la burguesía conservadora.
El dadaísmo es el primer estilo que no sirve de reflejo estético de la vida, por cuanto descuartiza todos los clichés de las ética, la cultura y la espiritualidad, que no son sino el disfraz de la debilidad.
Huesenbeck
GONZO
Bajo el género periodístico Gonzo, sus colaboradores Ricardo Ragendorfer, Indio Solari (que escribía bajo seudónimo), Tom Lupo, Pipo Lernoud, Osvaldo Baigorria, Lalo Mir, Alfredo Rosso, entre otros; abordaron sus publicaciones con análisis direccionados al objeto, llegando hasta el punto de intervenir la experiencia de los lectores con la total destrucción de la razón garantizada.
Años después de presenciar esa puesta sonora y teatral del periodista, me encontré con que el objeto creado era una reliquia argenta. Me instalé en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires y llegue hasta acá = un texto de bienvenida al FUTURO que si aún no lo leíste, hoy puede ser el día: